Ingredientes (para 4 personas):
- 1 kg. de potas frescas
- 2 cebollas
- 2 tomate maduros
- 1/2 pimiento seco (mejor picante)
- 2 o 3 ajos
- 1 o 2 patatas
- 1 vaso de vino blanco (200-250 ml. aprox.)
- Laurel
- Pimienta molida
- Sal
- Aceite
Preparación:
- Limpiar y trocear las potas en rodajas.
Para limpiarlas, yo lo hago así:
· Cortar las patas (los tentáculos) con una tijera y reserva en un plato.
· Sujetar la pota y tirar hacia fuera de la cabeza, la bolsa de tinta y las tripas. Desechar.
· Palpar con los dedos el interior y retira la pluma. Desechar.
· Lavar bajo el grifo y trocear en rodajas.
- Hidratar en agua tibia el pimiento seco.
- Preparar un sofrito con la cebolla, el tomate, los ajos y el pimiento seco. Salpimentar.
- Apartar el sofrito, añadir un poco de vino y triturar.
- Pelar y trocear en dados pequeños las patatas. Agregar un poco (1-2 cucharadas) de aceite a la sartén del sofrito y rehogar. Apartar y reservar.
- En el mismo aceite (si es mucho, elimina un poco), cocinar las potas hasta que cambien de color (tono blanco y rojizo).
- Añadir el sofrito, el resto de vino blanco, el laurel y las patatas. Tapar y cocinar a fuego suave hasta reducir la salsa.
- Probar y rectificar de sal si fuese necesario (es importante no poner previamente sal a las potas; mejor esperar hasta que estén cocinadas y agregar después si lo precisan).
Comer frías o calientes, pero mejor de un día para otro.
(Dificultad: muy fácil)
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