Ingredientes (para 16 bollos):
- 500 gr. de harina de fuerza
- 1 huevo
- 200 ml. de leche
- 80 gr. de mantequilla
- 30 gr. de azúcar
- 10 gr. de levadura fresca (3 gr. de levadura seca)
- 8 gr. de sal
- 1 limón
- 200 gr. de azúcar moreno
- 30 gr. de canela en polvo
- 20 gr. de matalahúva (anís)
Preparación:
Tamizar la harina y añadir a un bol junto a el azúcar (blanca; mejor si es glass), la levadura (troceada), la sal y la cáscara de un limón rallada.
Incorporar la leche, el huevo y la mantequilla (en pomada) y mezclar todos los ingredientes hasta conseguir una masa algo pegajosa (puedes hacerlo manualmente o con un procesador).
Dejar reposar durante 10 minutos.
Transcurrido este tiempo, colocar sobre la mesa y trabajar durante 10 o 12 minutos para darle cuerpo y estructura (procede rodando la masa sobre la mesa y plegándola sobre si misma. Presiona ligeramente la masa cada vez que realices un pliegue).
Cuando consigas una masa fina y sedosa, hacer una bola con ella y colocar en un bol.
Tapar con film o un paño y dejar fermentar durante un hora y media (hasta que duplique su volumen, o casi).
Vuelve a colocar la masa sobre la mesa y amasar nuevamente durante 30 segundos (en esta ocasión, lo que haremos es desgasar la masa. Pliega y estruja la masa apretándola con la palma de la mano con movimientos firmes).
Dividir la masa en porciones (aproximadamente en 16 partes de 100 gr. cada una).
Bolear cada porción sobre tus manos (girándolas rápidamente como si hicieses una pelota con plastilina). Dejar reposar durante 10 minutos.
Mezclar la canela, el azúcar moreno y la matalahúva (la receta original holandesa, Zeeuwse Bolussen, no suele incorporar anís. Muele un poco las semillas con un mortero o un molinillo) y esparcir sobre la mesa.
Estirar cada bola con las manos (hasta conseguir una especie de churro) y girar sobre la mesa impregnándola con la mezcla de canela, azúcar moreno y matalahúva. Repetir este paso hasta que la masa mida aproximadamente 40 cm. de largo.
Enrollar las porciones de masa en forma de espiral y colocar sobre papel de hornear en una bandeja de horno (deja cierta distancia entre cada bollo para que no se junten).
Con la palma de la mano, aplastar con fuerza cada bollo y espolvorear con un poco de la mezcla del rebozado.
Dejar fermentar hasta que los bollos doblen su volumen (el azúcar irá fundiéndose durante la fermentación).
Horner a 200º (con el horno ya precalentado) durante 8 o 10 minutos.
Debes controlar que el azúcar de la superficie se funda (formando una capa de caramelo sobre los bollos) pero que no se queme (ni se pongo duro).
Dejar enfriar sobre una rejilla.
Los bollos de canela holandeses se sirven del revés y acompañados con mantequilla (tú mismo, pero la receta no necesita ningún aderezo, son un espectáculo por si mismos).
(Dificultad: media)
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